miércoles, 16 de febrero de 2011

No basta con ser mona


Me estoy volviendo toda una estratega de la guerrilla psicológica. Objetivo número uno, hacer espacio en casa convenciendo a Tiberio de que tiene vocación de Ursulina. O encerrarla en un armario haciéndole ver que también a las santas de la Antigüedad las emparedaban. Ay, cómo se nota que he vuelto a los clásicos y que me estoy leyendo la Vida de Santa Oria de Gonzalo de Berceo, qué genios.

Objetivo número dos, deprimir a la novata y convertirla en bulímica fashion-victim. Porque si una se pone seria, tiene que reconocer que la niña es monilla y tal, pero también tiene ese toque psico-agreste de las perras cazadoras, que quieran o no en cuanto se mueven les sale el olor a monte. Y es lo que le pasa a Gin, que si se está quieta y callada, o sea, nunca, puede tener un pase. Pero en los andares y sobre todo en los correres tiene un no sé qué que la delata. ¿Se imaginan a Belén Esteban con un abrigo de conejo sintético corriendo a cuatro patas? Pues el punto de ordinariez sería parecido. Bueno, tampoco hay que pasarse, borren la imagen antes de la tercera náusea. Pero vamos, que la chica se nota que nunca ha sabido ponerse ni taconazos ni manoletinas, que es más de albarcas o de zapatillas de cuadros.

Anoche se empeñó en utilizarme de almohada. Yo me hice la tonta y la dejé, pero mientras dormía hice como los sistemas esos de aprendizaje con casette y en sueños, y así le iba susurrando una versión propia del monólogo del azul cerúleo en "El Diablo viste de Prada": Claro, tú como eres inglesa te sientes superior porque tu nombre lleva vocales raras, vas desaliñada y trotas por el campo, y claro piensas que el glamour no va contigo y que las que nos preocupamos por la moda somos frívolas y francesonas, y que tú con tu bata lemon belton tienes de sobra. Y claro, te olvidas de que fue Gucci el que presentó por vez primera unas capas divinas lemon belton en su colección primavera verano del 89, y en el siguiente invierno fueron los de Bikkemberg's y Valentino los que recurrieron en diversos estilos y piezas al lemon belton. Y las grandes entendidas en moda escribimos en nuestros divinos diarios y nuestras glamourosas columnas en Vogue que estábamos FAS-CI-NA-DAS con el aire lemon belton que había llegado a la haute couture. Y así hasta que Zara, Estrafalarius, Mango y todo tipo de mercadillos y almacenes de baja estofa cosieron apresuradas colecciones baratas dedicadas al lemon belton. Hasta que se pasó completamente de estilo y de moda y acabó en las torres de ropa de segunda mano de las charities y las tiendas bohemias de ropa usada donde, probablemente, cariño, se encontró tu madre ese batín peludo lemon belton que tanto te gusta. Y que te sienta tan mal, reina. Pero claro, a ti, como eres inglesa, borracha y Windsor, la moda no te interesa".

Algo debió de entender, porque se despertó con cara de deprimida y vomitó el pienso.

Esto marcha, Maquiavela, esto marcha.

2 comentarios:

  1. facundo tu amigo argentino17 de febrero de 2011, 5:54

    que importa si es bruta, zorra, o ordinaria? borracha o use ropa de 2da o usa? si esta pa darle y darle, y pa eso no necsito que hable ni nada jajajaj ....muy buen blog

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  2. Jaja, Facu, dice Glenda que te dedica una entrada cuando quieras :)

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