jueves, 10 de febrero de 2011

Fondos de Armario



A mí lo que me pasa es que estoy rodeada de cursilería, y eso acaba siendo un sinvivir en mí, que ladro porque no ladro.


Pues no me viene hoy la Ana Botella Miércoles esa meneando el rabo como si fuera importante y me dice que está monísima con su manto carey. Carey, como si en vez de gata fuera una sopa de tortuga y no tuviera una pelambre requetepasada de moda marrón con manchas. Que vamos, sufrida la pelambre es, que como ya viene manchada de serie no se le nota el mierderío nuevo, pero eso no se ve en las pasarelas desde que Coco Chanel estudiaba corte y confección.


Y luego el otro día la nena esa que me van a traer, que ya veo yo que no me libro, me comenta que ella siempre va super original porque tiene un manto Lemon Belton. Lo que faltaba ya es que se me venga a casa una inglesa pretendiendo ser ella la que viste bien, como si en este país no hubiéramos visto todos a Doña Croqueta por la tele. Y claro eso del limón resulta que es que tiene un pelo que es como un mantel blanco al que se le ha caído encima un tazón de poco café con mucha leche. A Vivienne Westwood lo mismo le gusta, que es medio hippy, tres cuartos de inglesa, y seguro que lleva el sostén de color carne. Pero el blanco no es nada tendencia, y menos si está sucio.


Ahora, que para reina reinona yo. A las dos les he dicho ni corta ni perezosa que yo tengo manto arena de las playas de Cancún en un atardecer de primavera. Y se han quedado con el hocico al biés.


Tiberio no dice nada, porque espabilada lo que se dice no es. Pero estoy convenciéndola de que se haga valer ella también, y como la pelambre esta la tiene negra con babero blanco, la he convencido para que mañana diga que tiene manto Sierva de María o Monja Ursulina de Loudoun. A ver si se lo cree, se va a un convento y deja un poco de espacio. Que si es por el Gafapasta, la casa se va a parecer al 13 Rue del Percebe.

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