domingo, 8 de julio de 2012

EMPANADAS ATÁVICAS



El Gafapasta se hace el interesante utilizando  palabras raras. Que no sé si se piensa que soy yo muy tonta o que él es muy listo. Pero en cuanto te descuidas, va y dice cosas como instintos atávicos.

Eso ha dicho esta tarde de la pobre Gin, que tiene instintos atávicos. Y todo porque la nena mientras correteaba como una loca chiflada para arriba, para abajo, para la izquierda, para la derecha, que cada vez que se suelta la melena más que una perra parece una yenka, se encontró una empanada. No, la empanada mental que tiene no, de esa no se acaba de dar cuenta, sino una de esas de masa de hojaldre con relleno de tomate y cosas ricas. Y claro, allá que se fue detrás de una esquina recogidita a merendar empanada, sin avisar ni nada.

Yo pues claro, me acerqué a ver qué había encontrado la nena. Que horrorizada me quedé cuando la vi que sin haber mirado la etiqueta ni la caducidad ni nada se iba a comer aquella masa que algún cerdo había dejado tirada. Y me acerqué para explicarle que tiene que tener cuidado y no comer porquerías del suelo. La muy poligonera se pensó que quería yo robarle su delicia vespertina, así que arrancó la tapa de hojaldre y salió corriendo como alma que lleva el diablo.

Y el Gafapasta muerto de risa viendo cómo miraba de reojo para ver si la perseguía y buscaba algún sitio discreto para empezar a darle a la mandíbula. O eso pensaba él, porque en cuanto la nena se encontró un montón de yerbajos brotados en la base de una pared se puso a rascar suelos y tierras y yerbajos como loca hasta que puso en medio la empanada y la enterró bien enterrada para proteger su tesoro.

Pero como seguía mirándome de reojo y sin quedarse muy convencida de que aquel escondite maestro (juas) fuera seguro, acabó cambiándolo tres veces, que dale tierra y yerbajos y yerbajos y tierra, hasta que por fin decidió que había que engullir aquella masa absurda y sucia para evitar que una dama como yo la robara, puff. Así que en vez de merendar tapa de empanada, la nena merendó hoy tapa de empanada a la salsa de yerbajo sucio con crema de barrizal.

Y a eso de salir corriendo con la comida en la boca y ensuciarla mucho antes de comérsela es a lo que llama el Gafapasta instinto atávico. Aunque a mí más bien me parece tontez del culo, que queréis que os diga.

Ya, sí, ya me doy cuenta de que no he dicho nada del resto de la empanada guarrindonga esa encontrada en pleno suelo, el trozo que dejó la Gin que era el que tenía el tomate y la carne y los pimientos. Bueno, sí, pues que estaba muy rico. Yo creo que era empanada de capón. Sin tierra.