lunes, 26 de marzo de 2012

En ocasiones veo ... setters. Volumen 2.


Mira que a mí me gusta la playa. Pero es que el Alcalde Pavisoso y Antonio, el Esbirro, nos lo están complicando mucho por Santander. Y de todas formas, desde que el Gafapasta fue abducido por la Secta del Setter, no hay manera de darse unos baños de ola tranquilos.

Porque ahora lo de la playa es a doble alternativa: o con setter, o con setters. Que si vamos la familia, hay que aguantar a la Gin, que se desboca por los arenales y enloquece por las rocas en busca de bogavantes. Y si vamos con la secta, hay que aguantar a la Gin. Que se desboca por los arenales, enloquece por las rocas en busca de bogavantes y se desparrama duna arriba duna abajo por un ecosistema frágil para terminar de romperlo. Y además, otro montón de setters, muy simpáticos, que no digo yo que no lo sean, muy guapos que no digo yo que no lo sean, pero todos igual de majaretas. Y ladrones de palos.

Que ayer como hacía un día estupendo nos marchamos por la tarde a Liencres y nos llevamos a nuestros humanos. Como dieciséis perros y doce humanos o cosa parecida. Y como la playa estaba hasta arriba, pues pusimos rumbo a la ría del Pas a través de dunas y pinares. Todo una locura, claro, porque todos empiezan a correr a la vez y me marean muchísimo. Tuba se pone a ladrar a todos y a mordisquear el culo a Dallas. Y la poligonera a su bola que lo mismo se aparece por oriente que por occidente y no hay manera de saber qué hace. Aunque yo he llegado a mis propias conclusiones. Que ella dice que corre al viento porque es un espíritu libre, pero yo creo que es una hippy borrachuza y que se larga detrás de los montes de arena a sacar una petaca de Calimocho Don Simón.

En la ría una tarde divina. Porque yo me meto en remojo para que la corriente me acaricie y me imagino que estoy en un Spa de Beverly Hills o en un tratamiento termal en Baden Baden y me medio olvido de toda la chusma que me rodea.

Hasta que claro, se empeñan en robarme los palos. Que los palos son míos. Todos. Misssss palosssss, misssss regalosssss de cumpleañossssss, mis tesssssorrrrooosssss. Y me pongo yo toda Gollum. Que había un palo espectacular de grande en la ría y se lo querían apropiar Dallas y Lola. Que por cierto, no sé yo por qué todas las bóxer que conozco se llaman Lola, en fin, qué repetitivas. Y a mí es que se me fue subiendo el labio solo, hasta que me asomaron los dientes y me sentí muy muy tentada por arrojar un bocado al hocico de Dallas. Y parece que lo entendieron bien. Pero tuve que dedicarme toda la tarde a cuidar mis palos, que en cuanto me despistaba, aparecía por allí Lisa, o Hidra, o Patrick, o Luga o algún otro bicho chiflado para hacerme rabiar y robarme mis tesoros.

Y al final para nada, porque ya no hay respeto, y porque yo a la nena, por muy poligonera que sea, cariño le tengo, así que cuando se aburrió de rebuscar por las dunas y hacer de mirona y de molestar a unos señores que llevaban muy poca ropa y buscaban a otros señores con menos ropa todavía (la muy cochina, que luego viene y me lo cuenta), se acercó al agua y empezó a robarme todos los palitos todos. Qué sofoco.

Lo peor de todo, que al regresar a casa en el coche de Carmen y Germán, la poligonera se tumbó en el suelo y con mucho disimulo echó la pota. Que ya digo yo que entre las dunas lo que hace la muy loca es darle al botellón de calimocho.

No la vuelvo a sacar de casa.

jueves, 22 de marzo de 2012

LA PRIMAVERA LA SANGRE ALTERA



Mira que me hacía ilusión a mí lo de dar el salto a la política y poner un poco de sentido común y de elegancia en ese mundo tan poco fino. Pero al final me pareció que había demasiado barro y muy poco glamour. Nada que ver con mi idea de una campaña inteligente y civilizada, con caucus a lo Iowa en casas de ancianitas adorables y comprometidas que te invitan a té y discuten de política entre despelleje de vecina y despelleje de vecina. Que con lo resultona que soy yo en el regate corto, me llevo a la militancia de calle. Pero nada. Todo muy bronco y muy absurdo. Así que recogí mi guillotina plegable y mi canesú de temporada y me retiré de la carrera. Nunca más. Como mucho, asesorar en materia de camisas a Mañanes, que como es amigo del Gafapasta me resulta más simpático. Y es que está muy necesitado de asesoría, me parece.

Como no hay mal que por bien no venga, me curé el sofoco durante una semana en las Bahamas. Que en esta época del año es un destino fino y elegante. Y siempre te encuentras con algún aristócrata que te reconoce por la calle de cuando eras portada del CanVogue y rutilabas por las pasarelas de París. Que para la hora de la merienda, está bien un aristócrata adinerado y aburrido. Para por la noche, pues siempre te encuentras a un limpiapiscinas o a un salvavidas o a un camarero joven y cachas dispuesto a hacerte aullar a la luna llena.

Lo malo siempre es volver. Que no gana una para disgustos. Lo primero de todo, una campaña de Loewe para democratizar sus bolsos. Y en cuanto vi a los niñatos y niñatas que van a usar Loewe a partir de ahora, cogí todo lo que encontré por casa y lo tiré a un contenedor. No sé dónde vamos a parar: ahora va a resultar que llevas un bolso de Vuitton y pareces una bollera gorda, ordinariota y valenciana; llevas un Loewe y pareces una tonta de Serrano con bigudíes en vez de neuronas.

Luego la Nena. Que la cabra tira al monte y la poligonera al callejón. Y mira que le decía yo que al final el Gafapasta se iba a enfadar con ella y se le iba a acabar lo de galopar por parques y playas si empezaba a escaquearse para salir de botellón y fumar petas. Y ella que no, que si al Gafapasta lo tenía controlado con lametones, ojitos y zalamerías, y que si déjame en paz tía que eres un rollo viejuno. Pues hala, ya lo consiguió, condenada a correa perpetua sin remisión de pena.

Eso sí, no hay mal que por bien no venga. Porque ahora como está atada todo el día, cuando tengo ganas de hacer un poco el macarra le tiro unos tientos con los colmillos al biés y como no se puede mover le mordisqueo la pechuga y las orejotas. Y además, el Gafapasta dice que habrá que hacer andar a la loca esa y en vez de llevarnos a pacer al parque nos baja al centro de la cité. Los parques son aburridos para una señora elegantona como yo, pero las tiendas y los escaparates me fascinan. Así que ha sido empezar a salir por las noches de escaparate en escaparate y bajarme yo por las mañanas a llenar el armario que vacié de Loewes con ropa sensata y elegante. Que me he comprado siete vestidos DI VI NOS de Valentino en Percha, Espacio Bahía. Entre ellos el de la foto, pero en crudo, y uno camisero y ligerito en sedas y bordados de flores que es un ES CÁN DA LO. Y hasta un Miu Miu encantador de algodón estampado en un out let. Barato y de la temporada pasada, pero para ir a la compra, una maravilla.

La Gin ha protestado porque dice que los Loewes se los podía haber regalado a ella. Pero la he mirado fatal y le he contestado que se compre un chándal en los chinos o se pase un rato por Strafalarius, pero sobre todo que deje de darme la paliza que volví de Bahamas en modo zen.

lunes, 12 de marzo de 2012

DIARIO DE CAMPAÑA


Como hace un tiempo estupendo me he puesto un traje de punto ligero de Nuno Alves y unas manoletinas súper cómodas de Victorio y Luchino y me he tirado a esas agrupaciones socialistas para continuar con mi campaña. Y yo muy limpia, que todavía no he mordido a nadie ni he enviado a la Gin para que se haga pis en las urnas. Pero estoy viendo mucha pero que mucha cochinería.

Por ejemplo, el otro día me dijeron en Santander que una lista formada por una gran dama, una poligonera, una gata tonta, una gata mala y un Gafapasta no era paritaria. Y no hubo manera, a pesar de que les dije que si esperaban un poco me llegaba hasta la bahía y me traía un chaparrudo, un besugo y un bogavante y que con eso quedaba paritario y requetefresquito. Pero me decían que se iba a mojar el sobre y que haberlo pescado antes.

Y luego la prensa, uff qué sofocón la prensa. A mí me da que hay digitales con odio a las perras y al estilazo. Y ya si eres perra con estilazo, pues te ignoran. Sólo por hacer daño. Porque ellos saben de sobra que en las asambleas celebradas, el 119 % de los votos han sido para mí. Al menos eso es lo que me dice desde el centro de datos la gata tonta. No sé yo si Tiberio era la más adecuada para esas labores de ingeniería telemática. Pero es lo que hay. Le dije yo que si no sería demasiado y que si había calculado bien y ella me dijo que sí y la gata mala se rió. No sé yo si por estar contenta o porque con la envidia que me tiene quiere que haga el ridículo. Pero como la necesito para intrigas palaciegas no puedo reñir con ella ahora.

Y luego los foros. Que parecen todos medio pitbulls de pelea, todo el rato enfadados y llamándose cosas. Y yo me estreso mucho y no gano para tilas de los sofocos. Pensé en abrir un perfil en Facebook a la poligonera, y dejar que se maneje ella en esas redes. Pero no quiero que aprenda esas cosas, que bastante me está costando convertir a la nena en una señorita.

Y luego las asambleas. Que mando de interventora a la Gin y sale corriendo como loca, que casi me la atropella un coche, porque había a la puerta señores con caras como malencaradas y la pobre cogió miedo. Y luego mandé de interventora a la gata tonta y se confundió de calle y preguntó que por dónde se iba a Invervención y me la mandaron a Hacienda y casi me la detienen por fraude fiscal, que resulta que no había declarado sus inversiones en conservas de sardinas. La Anabotella, la gata mala, quería ir a bufar a los que no me votaran pero ya le dije yo que eso no me parecía bien, que yo era muy de democracia jacobina: hasta que llegas al poder hay que ser súper estupenda, luego ya sacarás las guillotinas del bolso.

Pero ni en eso me parece que sea yo muy original, porque a poco que te fijes, bolsos y bolsillos están llenos por doquier de guillotinas, cuchillos cachicuernos y katanas de samurai bien pero bien afiladitas. Aunque yo lo hago por jacobinismo convencido, que no veo que estas otras guillotinas sean tan filosóficas ni estén tan bien argumentadas desde el punto de vista del Racionalismo Ilustrado.

Pero yo no me voy a parar. Me estoy barruntando las trampas cual cerda trufera. Que ya veréis cómo al final después de tener comprometidos unos seiscientos ochenta avales de cuatrocientos (siempre según los cálculos de la gata tonta) no me vota nadie. O me dan el pucherazo.

Eso sí, que soy la candidata mejor vestida, mejor peinada y mejor argumentada, la más carismática y la más salada, la más modesta y la más molesta, eso no me lo va a quitar nadie. Y he salido yo ganando mucho, que el punto de Nuno Alves no lo conocía yo y es megacómodo y megasencillo y meganatural. Y con un poco de rouge entre las barbas de la bocaza y una sombra de ojos verdeanaranjada a juego con las manoletinas, esta noche arraso en la reunión con la Federación de Salmónidos Socialdemócratas del Alto Asón. Y esos o me votan o les hago pienso para las gatas, que lo sepan.

jueves, 8 de marzo de 2012

GLENDA. RETRATO DE UNA CANDIDATA MUY PERRA


Anubis mío, la que se está organizando con mi precandidatura a la Secretaría General de los socialistas cántabros. Que me estoy convirtiendo en la única candidata capaz de morder el espacio a la derecha local, y un pedazo de nalga si se tercia. En la única capaz de unir al partido y en la más clara defensora de la máxima Una zarpa, un voto.

He estado ocupadísima desde la última manifestación, organizando mi fondo de armario por colores y por agrupaciones. Que si un Chanel para hablar con la Comarcal de Liébana, que si un Lacroix para manifestarme en Comillas, que si un Versace verde menta para un encuentro con ganaderos. Y hasta me he tenido que cambiar de nombre, que me dice mi Community Manager que Glenda María de la O y Glendamaría suenan un poco a culebrón hondureño. He descartado Mami, que es como me llama la insulsa de la poligonera, como si yo hubiera podido parir semejante engendro basto y maleducado. He descartado Estaquienés , que es como me llama la gata tonta, que no se entera de nada. Tampoco me ha parecido oportuno Estadequevá, que es como me llama la envidiosa de la gata mala, que está que araña con mi candidatura. Dejaesebalón, Nomuerdasalniño, Notecomasalniño, Correquevienensuspadres son las cuatro variantes preferidas por el Gafapasta para llamarme, pero tampoco me parecen muy adecuadas para una candidata. Así que me he decidido, a lo culebrón radiofónico de los 60, por Simplemente Glenda. Glenda, esa perra conocida anteriormente como Glendamaría.

Esta mañana me han hecho una entrevista para Le Journal de Epinay-sous-Senart, el pueblo de la tatarabuela de la tatarabuela de mi tatarabuela, Coco la Glamourouse. Que ya dicen que una descenciente del Brie será presidenta del gobierno español en una o dos legislaturas. Qué monos. Y como estamos ante el Decimosegundo Congreso, me han hecho una de esas divinas entrevistas con respuestas cortas: Glenda en Doce Preguntas.

1. ¿Un personaje histórico? - Robespierre, claro. Con la guillotina debajo del brazo siempre, qué divino y qué eficaz. Tampoco está mal Rin-Tin-Tin.

2. ¿Una comida? -La pechuga de capón con salsa de foie y cerezas. Es definitivo.

3. ¿Una bebida? -Sólo bebo Champagne, mi vida.

4. ¿Un acontecimiento histórico? -La masacre de pastores de Brie perpetrada durante la guerra de trincheras por los ejércitos alemán y francés. Una catástrofe. Murió esa otra tatarabuela de otra tatarabuela de mi otra tatarabuela, dama al fin pero aguerrida, Nelly Pompadour. Y el tatarabuelo del tatarabuelo de un tatarabuelo, Le Comandant Noir. Tengo sangre de heroína en mis venas.

5. ¿Un libro? -El hombre que amaba a los perros, de Leonardo Padura. Pensé que sería una biografía del Gafapasta, pero habla del asesino de Trostky. Pero como escritor me quedo con Walter Scott, que se arruinó por cuidar a su jauría de Deerhounds (con lo monos que son los Deerhounds, para las largas noches de invierno me vendría bien uno jovencito).

6. ¿Qué les diría a los militantes socialistas de Cantabria? -Votad por mí, que no muerdo. Bueno, sólo si es necesario.

7. ¿Qué es para usted la elegancia? -Le Glamour, c'est Moi.

8. ¿Qué diría a sus oponentes? -No os preocupéis, perder ante una gran dama como será para vosotros un gran honor. No hay que avergonzarse.

9. ¿Su mayor virtud? -Es evidente, la modestia.

10. Nunca sale a la calle sin ... -Unas perlas discretas y elegantes, un bolso de Prada, unos Manolos de taconazo ... Siempre sencilla.

11. Se molesta cuando le llaman ... -Humanoflauta, no soporto lo de humanoflauta. Mis greñas y rastas son totalmente naturales y están limpias. Y además, yo toco el piano. Debussy, sobre todo.

12. ¿Qué le puede aportar una perra como usted a una secretaría general como la del PSC? -Le diría que glamour, clase, estilazo, pero lo que le voy a aportar de verdad es muchos dolores de cabeza, porque pienso poner a tout le monde bien firme. Yastabién. Guau.

sábado, 3 de marzo de 2012

LADRANDO AL FUTURO


Si ya sabía yo que este día tenía que llegar, que la política cántabra está necesitada de cabezas bien amuebladas y jacobinas de talento. Con lo mona que me veía yo ya toda de Lacroix debatiendo con Rubalcaba y Rajoy para la presidencia y ahora me piden y me requiebran que me presente a Secretaria General de los Socialistas Cántabros. Y después de una larga meditación (dice la Gin que lo que he hecho es dormir una siesta de tres pares de narices, pero qué sabrá ella) he decidido dar un paso al frente: He presentado mi precandidatura esta tarde, en plena calle, después de un largo paseo militante manifestándome por la enseñanza pública. Que a mí eso de hacer calle, pastorear masas y afilar los colmillos por si los lobos pues me pone mogollón.

Me ha dicho el Gafapasta que lo primero de lo primerísimo es un manifiesto, que por lo visto están muy de moda aunque yo no los he visto en ninguna pasarela. Y cuando llamé a Valentino y a Max Jacob por si tenían algún manifiesto mono que me hiciera juego con el pelamen, pues me dijeron que no sabían de qué estaba hablando, así que les compré unos bolsos, unos trajesastres, una falda pantalón y uno de cóctel que voy a necesitar para lucir por las agrupaciones mientras hago precampaña. Pero de manifiestos nada de nada.

La gata mala, Anabotella, me dijo que estaba despistadísima y que un manifiesto era otra cosa. Y ya lo entendí yo todo y me dije que si me ponía patas a la obra tenía un manifiesto estupendo para la hora del té. Del té de las cinco. De las cinco de la mañana. Pero lo he terminado antes y tengo yo ganas de que estos chicos tan estupendos que me han avalado y acompañado en este momento tan trascendental de mi existencia confirmen el buen gusto de sus elecciones.

UNO. Yo creo que en un congreso tiene que ganar la candidatura que sea más solvente y prometedora, o sea, la mía. Y que a partir de ahí, todos los demás tienen que seguir mis instrucciones, decir que las pamelas me sientan fenomenal y reconocer mi gusto exquisito. Y si alguien no se quiere integrar, pues le muerdo en el corvejón y tan ricamente.

DOS: Hay que redecorar la sede. No se puede pretender ganar unas elecciones con esos muebles tan de oficina siniestra y sin unas cortinas bordadas en tonos crudos y funcionales. Y ya puestos, una pasarela en el salón quedaría bien y muy práctica y se la podría yo alquilar a mis amigas de Vogue.

TRES: Una opción clara por el municipalismo. Porque yo estoy un poco harta de ciudad y cemento y me propongo patear todos los prados, bosques, montañas y playas de esta Cantabria. Pues no me gusta a mí nada corretear al aire libre. Y además me puedo llevar a la Gin a ver si la agoto.

CUATRO: Hay que tener claro que el enemigo es el PP, que es reaccionario y encima el Nachodiego ese va en pelotas por ahí que ni vergüenza ni decencia. Como si lo que va enseñando mereciera la pena. Así que hay que armar al partido de colmillos y explicar cómo morder a los populares y hacerles la presa hasta que lloren y llamen a su mamá. Al Nachodiego me pido yo morderle. En las castañitas diminutocolgantes.

CINCO: Es muy importante dejar claro quiénes van a formar parte del equipo, que veo que no se moja nadie. Yo pienso rodearme de gente de mi total desconfianza: La gata mala Anabotella será Secretaria de Organización, la gata tonta Tiberio será becaria ejecutiva y traerá los cafés. Y con Gin no sé muy bien qué hacer, pero si la encargo de las relaciones con las agrupaciones locales la tendré lejos más a menudo y eso que ganarán mis jaquecas. Al Gafapasta ya le he dicho que prefiero que no figure, pero que me haga los discursos, que ya los firmo yo.

SEIS: Yo como francesa de origen y jacobina de corazón, considero que siempre es útil tener unas cuantas guillotinas a punto. Una en bonifaz y las otras móviles, que nunca se sabe dónde va a ser conveniente un cuello deconstruido.

SIETE: Es muy importante una buena política de comunicación. Y como yo soy de natural dicharachero y simpaticorro, pues me comunico muy bien con todo el mundo. Es muy básico: ¿Que te ponen buena cara? un meneo de rabo y un lametón. ¿Que te ponen caras raras? Unos gruñidos a tiempo arreglan muchos titulares. ¿Que vienen los del Mundo o los de Intereconomía? ¿Y para qué queríamos una guillotina en la sede? Si es que no os enteráis.

OCHO: Hay que hablar mucho con la militancia, así que he decidido dedicar todas las tardes a la hora del té a unas sesiones informativas informales con grupos de cinco a siete militantes. Un bonito juego de porcelana, unas infusiones estupendas y unas pastitas arreglan cualquier conflicto interno y fomentan el socialismo afectivo. En la decoración de la sede no podemos olvidar una mesa camilla mona con mantelitos y hervidor de agua.

NUEVE: Tenemos que patear no sólo la calle sino los parques, que son mucho más divertidos y tienen sitios estupendos para hacer pis sin llamar demasiado la atención. Así que me comprometo a liderar las protestas sociales que sea menester y a morder al delegado del gobierno. Más bien rechupetearle los huesos, que morder no tiene dónde. No voy a ganar para listerine.

DIEZ: Es necesario dar otra imagen para recuperar el prestigio extraviado por los caminos. Así que le he prometido al memo de John Galliano levantarle el veto y darle asilo político en Bostronizo a cambio de un armario completo por temporada de monadas sorprendentes y arrebatadoras. Ya me está diseñando unos blusones divinos para celebrar la victoria. Eso sí que va a ser imagen.

ONCE: Hay que girar a la izquierda. Que parece que los humanos no entienden que significa dar la vuelta hacia el lado del corazón y no hacia el otro. A mí me parece que algunos de nuestros líderes no habían entendido bien Barrio Sésamo.

DOCE: Un militante = un voto. La democracia interna me parece esencial. Porque yo no quiero adhesiones perrunas ni lealtades caninas. Y la gata mala dice que es mejor intrigar para convencer a un puñado de delegados, pero yo cuando brillo de verdad es cuando me dirijo a una multitud de militantes descamisados como Evita Perón, vestida de Dior y con unas perlas de Cartier. Y así es que me gano a todo el mundo y encima me aporta legitimidad. Y si hay otra que luzca mejor que la voten, pero una rutilancia como la mía no se encuentra a menudo.

Así que os invito a ladrar bien fuerte y a acompañarme en este viaje de perrera en perrera, de protectora en protectora, para hacer mucho ruido y encomendar el futuro a las mejores patas. Las mías. Guau.

DE MARZAS POR LA RUTA DEL BACALAO


A mí me parecen muy entrañables esos momentos de intimidad nocturna que se me traen el Gafapasta y la Gin, pero a veces me estresan un montón y ya no sé cómo decirle al jefe que si esto sigue así, necesito un spa.

Pues resulta que Gin estaba castigada castigadísima por lerda y por buscona. Que es que se pone a correr y a correr y acaba encontrando alguna portilla abierta no detectada por el Gafapasta y largándose a descubrir las Cataratas Victoria. Porque los setters son así, que les gusta corretear, y perseguir gatos y husmear palomas y revolver basuras. Poco educados, vaya. Y el Gafapasta es como de los padres esos progres de los 70 que dicen que a los niños hay que dejarles un poco sueltos para que no se traumaticen y así pasa lo que pasa, que el niño acaba politoxicómano y el papá progre politraumatizado.

Y como no escarmienta, la otra noche le dice a la Gin: Mira, como en ese prau no te puedes escapar, te dejo suelta un rato para que corras porque estás medio neurasténica (que es una forma fina que tiene el Gafapasta de decir que la Gin está loca del potorro) y si te portas bien te levanto el castigo. Y la niña, pues que para qué va ella a portarse bien. Correteó como si hubiera entendido el concepto hasta que encontró la maldita portilla inesperada. Y a eso de las doce de la noche en el oscuro desierto urbano empezó a correr que si Menéndez Pelayo (uno casi tan erudito y wikipedia como el Gafapasta) arriba que si Menéndez Pelayo abajo, que si subo la cuesta que si bajo la escalera que si a que no me pillas que si ya no me encuentrassssssss.

Y el Gafapasta atacao de los nervios y dando vueltas y yo atacada de los nervios y olisqueando para ver si encontraba el rastro de la maldita chiflada. Pero como con la velocidad de crucero que tiene pasa por todas partes a la vez, pues en cero coma todo el barrio olía a rastro de poligonera. Así que el jefe me deja en casa con la cenita puesta y se larga a buscar a la desconsiderada por el barrio,

Un barrio estupendo, lleno de solares vacíos, callejones, escaleras y más escaleras. Y de pronto que se escuchaba en lontananza una especie de ÑIÑIÑIÑIÑI AUAU ÑIÑIÑIÑIÑI y resulta que María de los Polígonos se había encontrado a un gato refugiado debajo de un coche de segunda mano. Y así un rato, y otro rato. ¿Que la nena se tropezaba con el Gafapasta? Frenazo en seco, un divertido "a que no me pillas" y otra escalera distinta, que ya andaba el Gafapasta resoplando, con agujetas y sudores a pesar de la helada.

Al final, el Gafapasta, me dijo, la sorprendió despistada esnifando un hueso. Y creo que alguna cachetada y algún grito ya le cayó por mala, fresca y barriobajera. Y eso que ella, que teatro tiene mucho teatro, le dijo que por qué se ponía así, que había estado cantando las marzas a los gatos del barrio, que para eso era el 28 de febrero por la noche. Que la muy tonta ni se había enterado de que estamos en año bisiesto. Y el Gafapasta se lo iba a creer, que es medio inocentón, pero ya le dije yo que esa pelandrusca habría estado de discoteca en discoteca por los peores antros, haciendo la ruta del bacalao. Así que me parece que el castigo en vez de levantarse se ha multiplicado por infinito.

Es una fresca, pero que muy fresca. Y ahora el Gafapasta necesita un masajista ruso porque está que no siente las piernas de tanta escalera. Y yo necesito un spa, y unas vacaciones de unos seis años en una playa del Caribe. Una en la que no haya setters por favor.