sábado, 24 de diciembre de 2011

NAVIDAD A LA NARANJA


Me preguntan las amigas que si esta año como de nuevo capón, tras el éxito de la Operación Nochebuena del año pasado. Y les he dicho que no, que los capones son como Rajoy. Por gallegos digo, malpensados. Y como a mí como que el nuevo no que no, así que he decidido sí que sí regresar al exquisito recetario tradicional francés. Estuve dudando si inclinarme por una oca rellena o por un pato a la naranja. Y ha triunfado la segunda opción.

Es que veréis, el Gafapasta se marcha por ahí de picos pardos. Porque como es muy considerado ya nos ha dicho que va a dejarnos disfrutar tranquilas de las fiestas a las niñas y a mí, que la le aguantamos bastante todo el año. Y mira, en eso tiene razón, porque lo que es en lo de la tranquilidad, ya me veo yo discutiendo con Anabotella, que desde que ha leído que va a ser alcaldesa de Madrid está insoportable, aguantando los escándalos y los ruidos de la Poligonera y pensando en cómo matar a la gata tonta que ha tenido la ocurrencia de ponerse en celo cachondo otra vez. Como si no fueran ya suficiente ruido los malditos petardos para añadir los decibelios pornográficos de Tiberio.

Pero el pato me ha parecido una opción estupenda. Está lleno de grasa, que me favorece mucho y le da un brillo espectacular a mi ya de por sí espectacular pelambre. La naranja le da un toque sofisticado y una sinfonía de sabores. Y anda sobre los tres kilos, que para mí sola está bien.

Porque me pienso poner de pato como una kika. Aunque lo mismo me da el punto bueno y con las sobras le hago unas croquetas al Gafapasta, que sé que le gustan.

¿Las niñas? Ah, sí, las niñas. Bueno, las he convencido de que la tradición en Nochebuena es encargar en Telepizza una mediana acorde con tu personalidad. Así que he encargado una de berza y boniato para Tiberio, una de guindillas picantes para Gin (lo que me voy a reír) y una con doble de queso rancio para Anabotella.

Y no me entretengo más que tengo que ponerme el Valentino azul noche y hacerme las uñas. Que yo soy de las de santificar las fiestas con mucho glamour.

Ah, se me pasaba con tanto ajetreo: ¡Feliciguaus!

No hay comentarios:

Publicar un comentario