sábado, 3 de septiembre de 2011

Definitivamente Tonta o ... ¿Qué hacemos con Tiberio?


Me dicen por esos parques las lenguas de doble filo que ya me vale y que ya me paso un rato con las pobres gatas y que cómo se me ocurre escribir eso que escribí bajo el título más que evidente de "Tiberio es tonta". Cómo se nota que a las lenguas de doble filo les sale gratis lo de criticar y no conviven ni con la minina mala ni con la minina tonta.

Yo sí, yo tengo que convivir en esta especie de Minizoo absurdo que ha organizado el Gafapasta con las dos, ¡con las dos! Y así me tienen de los mismitos nervios y maquinando cada mañana qué hacer para darle un poco más de espacio vital a mis sublimes caderas.

Andaba yo practicando exorcismos y brujerías varias para que no tuvieran efectos nocivos en la casa los perversos conjuros de esas especie de brujochamán teutón que estuvo por los madriles cuando no sé si me dio un subidón de incienso o me obnubilé con las hordas de kikos argentinos que iban jugando a Pasimisí Pasimisá por las calles de Santander mientras cantaban algo así como La lavaré, la lavaré, la lavaré, la lavaré, la laaaaavaremos con jabón. Desafinados y gritones mucho, pero al menos parecían limpiucos y contentos de haberse encontrado por fin con una ducha.

-Vuelve, Glenda, que se te va la olla-

Bueno, eso, que entre los canturrones santurrones y los inciensos se me obnubiló la neurona y se me ocurrió que la propia Tiberio estaba pidiendo a maullidos una solución para sus desequilibrios: Ella no lo sabe, pero quiere ser monja.

No os riáis, que no es broma: va vestida de negro con babero blanco. Se pasa el día estática en algún rincón en actitud meditativa y con la mente en blanco, pero muy en blanco. Cuando la Gin se acerca, se mete debajo de la mesa camilla como quien se pasa a la clausura. Y en las últimas semanas, ha decidido que no quiere salir para nada de la cocina, como una teresadejesús cualquiera buscando a Dior entre los pucheros, y se pasa el día allí encerrada. Y eso es porque quiere ser santa.

Vosotros no os dais cuenta, porque no leéis nada. Pero aquí estoy yo totalmente intelectuala para ilustraros. Porque me leí el otro día la "Vida de Santa Oria" de Gonzalo de Berceo, en cuadernavía medieval y todo (chica, cuánto vales, me digo yo siempre a mí misma, con la incultura que hay en el mundo). Y la Santa Oria esa resulta que era un poco tonta, como la Tiberio, y para escapar del mundo y del pecado no se le ocurre otra cosa a la medieval esa que pedir a las hermanas que la encierren en una habitación y tapien la puerta con sólo un pequeño agujero para el platillo de pienso. Las otras más que hermanas debían de ser hermanastras, porque obedecieron y la emparedaron. Y allí que se quedó la Oria rezando toda sola, toda enladrillada y toda consumiduca hasta que se amojamó en su propia santidad.

Y me dije yo ¿no es evidente que eso es lo que quiere la Tiberio? ¿Amojamarse en su propia estupidez hasta que la proclamen virgen y mártir?

No sé cómo no lo había visto antes, pero he enviado instancias en su nombre, y a espaldas del descreído del Gafapasta a unas siete mil congregaciones, empezando por las Reverendas Madres del Frígido Retiro de la Antártida, y por la Congregación Maorí de Nuestra Señora de Las Antípodas, más que nada porque son las que están más lejos. Pero me conformaría con que se la quedaran las Bernardas de Liérganes o las Carmelitas de Sierrapando.

Y para ir motivando a la tonta, cuando me la encuentro haciendo el rancio por la cocina, siempre digo "qué estresada estás aquí con la loca de la Gin y lo relajaditas y silenciosas que están las monjas en sus conventos, cómo ibas a disfrutar allí" y me he puesto a enseñarle una canción que dice "Todas las monjas se van a acostar, la madre abadesa se queda a rezar". Y la muy tonta palmea.

Sor Tiberio. Me gusta.

1 comentario:

  1. eres tremenda glenda, pobre tiberio, tu crees que mandarla a un convento es sano para su delicada mente?jajajja.lametones,carmen

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