martes, 22 de enero de 2013

SE ACABÓ LO QUE SE DABA


Uuuuhhhhhh soy una Brie fantasmaaaaa uuuuuhhhhhh, soy el espíritu de Glenda y vengo a cerrar de una vez este blog uuuuhhhhhhhhh.

No me dais más que disgustos, que lo sepais. Que me voy unas semanas para estar tranquila para la eternidad y enseguida os ponéis lloricas y mariquitusos (eso va por el Gafapasta, quede claro), os atacáis de intensidad y parece que he estado yo en vez de Living La Vida Loca y poniéndome de capón como el kiko y de Valentinos hasta el chirimiri lanquideciendo por las esquinas como un melodrama de Douglas Sirk. Y no lo voy a consentir, que no y que no.

Sí cariños, ya sé. Si yo por mí continuaría con el blog y lo cambiaría el título a algo tipo Criaturas celestiales o Pluma de ángel o algo mono por el estilo. Pero es que yo no sé qué pasa por ahí arriba, si no llega el ADSL, si han recortado con la crisis y no lo pagan o si en las alturas no llega el 3G. Pero el caso es que no hay manera de tener actualizado un blog en condiciones. Y tampoco es que tenga yo muchas ganas. Porque entre paseos y siestas con el Chico Guapo, tertulias con Coco (Chanel, of course), cenas con Gianni (Versace, claro, que es pelín barroco pero divertido para un rato), comidas con Balenciaga y pasarelas de primavera, verano, invierno, otoño, y otra vez primavera, pues no me da el tiempo eterno. Ocupadísima me está teniendo el otro barrio, O-Cú-Pa-Dí-Si-Ma. Así, con dos tildes, que echaba yo de menos explayarme yo en modo silábico-expresivo.

Pero claro, decide una darse un garbeo terrenal por las colecciones de París para aparecerme en sueños a Raf Simmons y decirle que pienso llevar toda su colección para Dior de esta temporada de nube en nube porque me flipa que me encanta que me aturde y de paso reírme de los colores ordinarios y chiclosos que ha presentado la bruja de Donatella, que son como para la estrafalaria de la Gin después de una noche por la ruta del tripi, y me encuentro con que han tomado mi blog al asalto un Gafapasta intenso y una Poligonera absurda. Me niego, me niego y me niego (tres veces, como san Pedro y tal).

Lo harán con buenas intenciones, que ya me ha dicho mi amigo Cerbero, que guarda las puertas, que por el Infierno hay muchas intenciones de esas y mucho santurrón barato y que todos los malos y los pérfidos con gracia frivolona estamos arriba, así que quitaros la idea esa tonta de que el Infierno es divertido: el Infierno es un horror, no hay tiendas de alta costura, no hay canapés y te sirven agua de cloaca en vez de los Vodka Sunrise que nos trajinamos el divino uruguayo y yo después de la cena. Y antes de la cena. Y a media tarde, hickksss, y a la hora del aperitivo y a la del desayuno hickss y bueno, ya os hacéis una idea. Sed malos con estilo y al cielo, chicas, chicos, que hay sexo, drogas y piano bar. Que me voy, que tanto vodka y tanto amanecer me poseen. Pues eso, que será con buenas intenciones, pero no pienso dejar que cierren ellos MI blog. ¿Pilláis las mayúsculas? MI blog.

O sea, Gin, bonita, que si te apetece pasear el chándal de tactel a medio culo y cerrar un blog, cierras esa cosa ordinaria que estás escribiendo para contar tonterías banales y redacciones sobre gatos, pero tus patazas con nikes pasados de temporada ni las arrimes por este mundo de glamour, lujo y perversión. Y lo mismo, Gafapasta, que te quiero mucho, pero tiendes a ser más intenso que una Dolorosa Macarena en procesión y más aburrido que Armani. Así que lo mismo, si tienes ganas de colgar cartas de ajuste borras todas tus estupideces y te cantas lo de "láaaaastima que terminóooo el festival de hoooy". Y de paso te echas un chulo bien macarra, bien tatuado y bien eso que te de mala vida y te espabile un poco, que me tienes mártir a mí y mártir y medio al Chico Guapo. Así que dale alegría a tu cuerpo, Macareno, y De-Ja-MI-Blog-En-Paz.

Y ahora sí que sí porque sí. Queda debidamente clausurado este blog como Dior manda, con una buena sonrisa. Y me esfumo por las paredes que he quedado con Audrey para una partida de Canasta, llego tarde y en cuanto te despistas allí las celestiales se han pimplado todo el Pommery y los canapés de solomillo.

Uuuuhhh os quieroooo uhhhhhhhhhh.

lunes, 21 de enero de 2013

DESPEDIDA Y CIERRE

Los relojes se habían detenido el veintisiete de octubre a eso de las cinco de la madrugada. El cáncer por fin, certero y fulminante había devorado la vida de Leo, del Chico Guapo. Y la alegría del amor y de la complicidad, la energía de los meses de lucha, el esfuerzo por no caer y por no sumar más dolor y preocupación se transformaron en una sima oscura en la que todavía no se acaba de vislumbrar una luz que abra de nuevo la puerta a la vida.

Ya os imagináis que fue una noche de sábado cuando nació Saturday's night bitch . Durante un largo, triste y silencioso paseo bajo la lluvia, acompañando a Glenda. En uno de los recorridos habituales que siempre atraviesan o se acercan a las calles donde estalla cada fin de semana la fiesta. No puedo recordar con seguridad cómo o de qué brotó la chispa. Sí que de alguna manera me estaba preguntando si alguna vez volvería a sonreír, sí que estaba constatando el regreso de algunos síntomas que ya conocí en otros tiempos y que necesitaba la risa para no estrellarme de nuevo. Que no quería caerme.

Creo que fueron los Bee Gees sonando desde alguno de los locales atravesados y su Fever night, fever night , puede que fuera el movimiento de la cadera rotunda de Glenda, su delicioso y seductor caderamen hubiera escrito ella, fijando el ritmo, tal vez esa suma casual permitiera la primera sonrisa sincera en tres semanas y el descubrimiento de que la perra puesta en modo Travolta tenía algo que decir y quería decirlo.

Al contrario que otros proyectos desrrotados por esta cierta desidia que me posee desde entonces, nada más llegar a casa nos sentamos al ordenador, elegimos la plantilla y dejé a Glenda frente al teclado para dar rienda suelta a la inspiración y al desafío. Fueron primero notas breves en las que la Diva intentaba remediar la prolija extensión de los textos del blog del Gafapasta, pero a medida que crecía la personalidad, a medida que desataba en su blog su lado más glamouroso y más perro, el personaje fue creciendo, tomando cuerpo propio, brillando entre esos secundarios que fuimos el Gafapasta, el Chico Guapo, la Gata Mala, la Gata Tonta y, con su llegada a casa, la Poligonera. Una divertida setter que comenzó a volver loca a la vieja dama y comenzó a reclamar su espacio hasta conseguir, con la marcha de la gran protagonista, su propia serie, su spin off que dirían los magos de la tele.

Hubo grandes momentos. Esas ocasiones en las que un paseo se interrumpía porque algún seguidor del blog identificaba a su peluda autora. Esa foto de presentación de su candidatura a Secretaria General del PSOE de Cantabria. Ese paquete de capón en lonchas con el que consiguió su primera victoria sobre el Gafapasta tras una peculiar guerra por el menú navideño.

Glenda va a formar siempre parte de mi corazón, como fue tanto tiempo parte de mi historia y testigo de tantas cosas que, vaya, no tuvo tiempo de contar. Y en ese recuerdo habrá mucha gratitud por todo lo compartido con la perra real, pero nunca faltarán sonrisas y risas evocadoras de la dama virtual, a la que de verdad, debo mucha paz.

Como gratitud también para quienes habéis seguido este blog, para quienes habéis participado y comentado o simplemente leído y disfrutado. Glenda siempre os quiso, y sé que se llevó con ella un pedacito de cada uno de vosotros.

Pero toca terminar, dar por finalizada una aventura de la que siempre nos quedarán las pasarelas de París.

Firmado, El Gafapasta.

jueves, 17 de enero de 2013

TODO SE TRANSFORMA



A Mami Glenda la quería todo el mundo o casi todo el mundo. Y por eso cada vez que salimos a la calle alguien nos pregunta por ella y dice que la echa de menos, y ponen cara de intensidad cuando el Gafapasta les dice que se fue de viaje. Y otros le dicen al Gafapasta que están muy tristes y preguntan si yo he notado que Mami Glenda no está. Y él se pone un poco contento y un poco triste, porque le gusta que la gente recuerde a Mami pero le pone triste que se fuera, porque es un gafapasta y los gafapastas, como escribiría Cela, tienden a la misantropía y a la histeria como algunos de los sabios de la Antigüedad. Y yo me pongo un poco contenta porque me gusta que todo el mundo quisiera tanto a Mami Glenda y un poco enfadada porque no sé cómo se atreven a dudar de que la echo de menos.

Pues claro que echo de menos a Mami. Porque ella me contaba que yo era hija de una bruja malvada que me había abandonado debajo de un repollo mugriento y que por eso no tenía ni estilo ni familia y que por eso el Gafapasta que es bueno había decidido adoptarme. Y luego me llamaba maleducada, cerda, revoltosa y marrana y me daba un lametón y me guiñaba un ojo. Porque siempre me decía cosas bonitas como esas. Y la verdad es que yo no recuerdo a mi mamá de verdad ni a mis hermanos, ni recuerdo qué fue de ellos ni por qué a mí me abandonaron arrojándome de un coche unos cazadores, ni cómo era la perrera ni cuánto frío hacía.

Me acuerdo de que vinieron Sonia y Berto y me dijeron que me iban a llevar a pasear por el camino de baldosas amarillas y que me iban a encontrar una familia pero de verdad. Y un día me decían todo contentos, ya está, te vas a Barcelona, y por eso me querían llamar Barcelona o Lona. Y otro venían y decían, ya no te vas chiquitina. Hasta que un día Berto me llevó de paseo para conocer a un Gafapasta y a una Gran Dama. Y me gustaron un montón aunque estaba súper nerviosa, y me parece que yo a ellos también porque me fui a su casa al cabo de unos días, pero no me llamaron Barcelona sino Ginebra, porque decía el de las gafas que tenía cara de macarra borrachuza y de reina madre de las Inglaterras. Y Mami Glenda me gruñía de vez en cuando pero me dejaba comer de su plato, y me hacía sitio en su cama (bueno en la del Gafapasta, pero él no cabía) y me vigilaba en el parque aunque se ponía muy nerviosa cuando yo corría para acá y para allá como loca carioca.

Y cuando se puso malita yo me puse triste. Y cuando el Gafapasta la llevó a curar y volvió sin ella pues más triste. Y me dijo que se había ido de viaje y que iba a tardar mucho en volver y a lo mejor ni volvía. Y yo le pregunté si había hecho yo algo mal y se había enfadado conmigo y por eso se iba. Y me dijo que no, que Mami Glenda me quería mucho y se había ido con mucha pena por no llevarme. Y entonces le dije que me quería ir yo de viaje con ella, que así nos hacíamos aventureras. Y el puso cara de intenso y me preguntó si me iba a ir yo también y le iba a dejar solo. Y yo le dije que no, que me quedaba con él pero que podíamos visitar a Glenda en vacaciones. Y así ya me quedé tranquila.

Pero el caso es que Mami ya no está en casa y no va a volver y hay que hacer algo con este blog. Así que he cogido la clave y el ordenador y he escrito todo esto para deciros que Mami Glenda fue la mejor de las Mami Glendas, y una gran dama y una gran escritora. Y además tenía un pelazo divino. Y como no quiero que se pierda su gran trabajo para reivindicar la presencia canina en el mundo de los blogs, y me han dicho en el cole que la energía se transforma siempre, pues ahora voy a escribir yo un blog también. Y podéis visitarme siempre que queráis, en esta dirección, www.elblogdegin.blogspot.com , y se llama "No sólo de Ginebra vive el hombre" que es un nombre chupi y divertido como yo.

Que por si no os habéis dado cuenta no soy Glenda, soy la Gin, la Poligonera. Que hay que deciros todo, ay.